terça-feira, 21 de junho de 2011

MUSICA EN LA CAUTIVIDAD

El escriba Valdemir Mota de Menezes he leído este artículo sobre las costumbres orientales en el trabajo: Usos y Costumbres de las Tierras de la Biblia de Wight Fred









NO HABIA MUSICA EN LA CAUTIVIDAD

Al predecir el juicio de los días del cautiverio de Israel por causa de sus pecados, el

profeta dijo: "Cesó el regocijo de los panderos, acabóse el estruendo de los que se huelgan, paró la alegría del arpa. (Isa. 24:8). La música cesó casi totalmente entre los cautivos judíos en Babilonia. Los exiliados compusieron un salmo que decía: "Junta a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sión. Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas.









Y los que allí nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos algunos de los himnos de Sión. ¿Cómo cantaremos canción a Jahvé en tierra de extraños? Si me olvidaré de ti, oh Jerusalén, mi diestra sea olvidada" (Sal. 137:1.5). Los cantores babilónicos habían oído la canción de Sión, por la que Jerusalén era notada, y pedían a sus cautivos que cantaran para ellos. Pero el canto religioso judío estaba tan estrechamente conectado con el templo de Jerusalén que rehusaban cantar esas canciones en tierra extranjera.

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