quarta-feira, 29 de junho de 2011

ANTIGUO IMPERIO HITITA



El texto abajo, el escriba Valdemir Mota de Menezes ha leido en el sitio:http://www.biblioteca-tercer-milenio.com/genesis/Apuntesde-Historia-De-Mesopotamia.htm



El Antiguo Imperio Hitita (1650–1550)



Dos reyes son los artífices del despertar hitita, y en sólo 50 años logran unificar el reino y acabar con las dos grandes potencias de la época, Yamkhad (norte de Siria) y Babilonia. Hacia el 1650 llega al trono Hattusili I quien logra unificar el reino al conquistar varias ciudades y establece la capital en Hattussa. Para acentuar la cohesión nombra como gobernadores de las ciudades conquistadas a sus hijos, pero se casa con princesas de las ciudades conquistadas e instala en la corte a los miembros de las casas reales vencidas (quizá sea esta la causa de permanentes conflictos en la corte). Luego de rechazar una invasión hurrita sobre Anatolia pasa a Siria y combate con el reino de Yamkahd.

Su sucesor, Mursilis I vuelve consigue destruir el reino de Yamkhad y consolidó su presencia en el norte de Siria. Luego, hacia el 1595 se dirige al sur y saquea Babilonia, poniendo fin a la I Dinastía y luego se retira. Se supone que hizo esto para prestar ayuda al reino de Khana (que dominaba el Eufrates Medio) quien posiblemente hubiera colaborado en la destrucción de Yamkhad.





El sucesor de Mursilis I, Khantili debe enfrentarse a los hurritas en el Eufrates, pero pierde el norte de Siria que pasó a forma parte del nuevo y poderoso reino de Hurri. De esta manera pasó lo mismo que en Mesopotamia. La destrucción de Yamkhad creó un vacío en el norte de Siria que fue llenado por una potencia distinta de la que lo había provocado.



Con el próximo rey, Ammuna, surgen dificultades internas (cosechas insuficientes, ataques de los gasga) y se pierden muchos territorios. En el sudoeste surge el reino de Arzawa y en el sudeste el de Kizzuwatna (de población luvita y gran influencia hurrita)

Economía y Sociedad:

El reino hitita es muy rico en recursos naturales pero escaso en mano de obra. A lo largo de toda la historia hitita y desde el reino antiguo se plantea el problema de la despoblación del campo y la necesidad de recurrir a expediciones militares para conseguir mano de obra (prisioneros deportados) para llenar los vacíos que constantemente se forman en el interior del país.



Muchas categorías de especialistas dependen de los templos y palacios: artesanos, militares, administradores. Todos estos proporcionan un servicio al palacio, a cambio del cual reciben un lote de tierra con colonos para trabajarlos.

La población libre, repartida en aldeas, posee sus propias estructuras de autogobierno reconocidas por el rey. Tienen un alcalde y un consejo de ancianos (encargados de los asuntos judiciales) cuya función con el palacio es la de prestar servicios laborales, militares, y entregar parte de lo producido.

El palacio, en las situaciones económicamente y socialmente cambiantes, donde se manifiestan las fuertes autonomías locales, tiene dificultades para mantener el control y la supervisión de las tierras y sus dependientes.

El gran problema de la monarquía hitita es la unificación de un país que posee una fuerte tendencia a la fragmentación en comunidades de aldea, debido a una profunda tradición histórica y cultural.

El sistema Hatti de transmisión hereditaria sería de tipo matriarcal y fratriarcal (el heredero es el hijo de la hermana) y el sistema hereditario indoeuropeo es patriarcal. La síntesis hitita consistirá en la búsqueda de una conciliación entre ambas tradiciones, y gran parte de las disputas y enfrentamientos entre la realeza es por esta causa.




El Imperio Medio Hitita (1500–1400)

Hacia el 1500 llega al trono Telebinu quien asigna tierras reales en forma definitiva a los dependientes del palacio, quienes tienen la obligación de mantenerse leales (en vez de prestar un servicio al palacio). De esta manera el rey trata de estrechar lazos con la clase dirigente, impulsando el proceso de unificación y estabilización. También trata de regular la sucesión al trono, estableciendo que el hijo mayor del rey y de la reina (esposa de primer rango) tiene preferencia. Luego están los hijos de segundo rango y por último los yernos. Esta reforma no surte efecto ya que después de Telebinu las intrigas dinásticas continúan y se agudizan.

Hacia 1450 llega al trono Tudjaliya II que intensifica la actividad militar y política del reino hitita, alterando el equilibrio de estados. Combate victoriosamente a Arzawa, a los gasga, a Ishuwa, y logra el control de Kizzuwatna y Aleppo mediante tratados. Sin embargo, en su rápida expansión el reino no ha tenido tiempo de consolidarse en las zonas marginales. Su sucesor Arnuwanda I realiza muchos pactos internos, donde las relaciones ya no son paritarias sino de subordinación. Todo el sistema se basa en el juramento de fidelidad personal.

Su sucesor Hattusili II pierde el control de Allepo y Kizzuwatna, que vuelven al dominio de Mitanni y todo el oeste anatólico vuelve a ser independiente bajo el control de Arzawa.

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