LA FIESTA MATRIMONIAL
A cada invitado que asiste a una fiesta de bodas se le exige usar vestido de bodas (Mat. 22:12). El banquete de bodas es presidido por el maestresala (Jn. 2:8, 9). Es su obligación tener cuidado de los preparativos, y durante la fiesta, él anda en derredor y entre invitados, para ver qué les hace falta. El da orden a los sirvientes para que lleven al cabo todos los detalles necesarios. La expresión .hijos de la cámara nupcial" (Mat. 9:15), usada por Jesús (véase texto griego) simplemente quería decir los invitados al matrimonio. El maestresala de la fiesta daba gracias en la comida y pronunciaba la bendición en los momentos señalados.
También bendecía el vino. Era costumbre decir enigmas en tales fiestas como lo hizo Sansón en su casamiento (Jue. 14:12-18). Durante la comida prevalecía jovialidad, y se esperaba que los invitados exaltaran a la novia. No había ceremonia religiosa en la fiesta. En lugar de ella es han las bendiciones de los parientes y amigos. La bendición de agentes de los arreglos de la boda de Ruth y Booz es un buen eje pío de lo que debe incluirse en tal bendición (Ruth 4:11). Esto corresponde a los buenos deseos de los invitados a los matrimonios occidentales. Después que terminaba la fiesta del matrimonio, el esposo era escoltado por sus amigos al apartamento a donde su
esposa había sido conducida previamente. Las festividades matrimoniales con parientes y amigos duraban toda una semana (cf. Jue. 14:17), pero el número completo de días de lo que se llamaba días del matrimonio" eran treinta.
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